Me encanta el Libro de Mormón. Cuando era adolescente recuerdo haber sido desafiado por primera vez a leer el libro entero. Esa primera lectura fue difícil, ya que las palabras y el lenguaje eran diferentes a los que tenían los libros modernos a los que estaba acostumbrado. Pero recuerdo que después de leerlo hubo una sensación que me invadió. Era una paz y una alegría que parecía hacerme sentir que había logrado algo que era agradable a Dios. Pronto decidí que el Libro de Mormón sería una parte de mi vida para siempre. Con los años he vuelto a leer el Libro de Mormón muchas veces y he encontrado mucha fuerza espiritual en sus palabras.

Hay poder en el Libro de Mormón. Cada vez que leo con seriedad y medito las palabras del libro, siento el Espíritu de Dios. El espíritu da testimonio de la verdad del libro, y también me da guía. Encuentro respuestas a mis problemas personales, la confianza para hacerles frente y una perspectiva sobre la vida y el mundo que me rodea. Cuando recibo ese poder espiritual, siento satisfacción y una paz profunda de que todas las cosas estarán bien, que las tormentas de mi vida van a pasar, que los deseos de mi corazón un día se cumplirán y que al final seré llevado a vivir con Dios y mi familia para siempre.

Por medio de la lectura del Libro de Mormón, he llegado a comprender mejor quién soy y cuál es mi propósito aquí en la tierra. Me ha enseñado lo que significa ser humilde, lo que significa ser diligente, lo que significa ser lleno del espíritu. He descubierto lo que es la fe y lo que es la creencia, y cómo se llega a una posición de confianza absoluta e inquebrantable. He aprendido lo que significa tener una visión y un sueño para mí mismo y llegar más alto. Y he aprendido que a pesar de que soy imperfecto, aun así puedo ser grandioso.

Al compartir el Libro de Mormón con otros también siento ese poder. Yo sé que esto sucede porque Dios quiere que todos Sus hijos reciban y lean el libro. Dentro del Libro de Mormón hay algunas de las historias más poderosas de hombres comunes que hacen cosas increíbles con la ayuda de Dios. No hay mejor guía para entender las obras del Espíritu, la forma de invitar al espíritu y la forma en que cambia a las personas. De hecho, es una experiencia increíble el descubrir que el Espíritu Santo está entrelazado a través de los relatos del libro y cada vez que se lee, se puede sentir ese espíritu.

El Libro de Mormón fue destinado para nuestros días. No hay mejor guía para entender la manera en que funciona el mundo, lo que impulsa a la gente a hacer las cosas que hacen, y en especial a las fuerzas de gobierno, la familia, el dinero, la conspiración y el poder. El mundo y sus acontecimientos se ven mejor desde la perspectiva de Dios cuando se lee a diario el Libro de Mormón. Aporta un conocimiento, una protección y paz a la mente, sabiendo que Dios sabe exactamente lo que está pasando, y ha preparado el camino para nuestra liberación.

Después de toda mi experiencia con el Libro de Mormón, el testimonio que tengo es que se trata de una obra inspirada, y que vino de Dios. Lleva Su espíritu y sé que vino de Él.

Aaron

Provo, UT

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