Testimonio de Gale sobre el Libro de Mormón
Publicado por H el Oct 1, 2012 en Book of Mormon Witnesses | 0 comentariosEn el tiempo del Segundo Gran Despertar en los Estados Unidos a principios de la década de 1800, una serie de grupos de los religiosos se reunieron con la sensación abrumadora de que el verdadero evangelio de Jesucristo no se encontraba en la tierra, entre la multitud de denominaciones cristianas. Éstos consideraron que una reforma protestante no era suficiente para corregir los errores de las iglesias cristianas ortodoxas. Muchas de estas personas habían experimentado profundos acontecimientos espirituales que los pusieron en el camino de la búsqueda de una completa restauración de la iglesia original de Cristo. Se formaron algunas iglesias reales, de las cuales el movimiento campbellita es un ejemplo. Sin embargo, muchos de estos investigadores se convirtieron en los primeros miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, casualmente apodada mormonismo por algunas personas. Ellos reconocieron la Iglesia de Jesucristo como la culminación de su búsqueda y experiencias personales reveladoras. Reconocieron a la «Iglesia Mormona», como la restauración total que estaban buscando.
José Smith, quien era en ese entonces un adolescente, no era uno de aquellos que pensaba que se necesitaba una restauración completa. Él tenía toda la intención de elegir una de las sectas cristianas y fue que se inclinaba por el metodismo. El que muchos en su familia se hubieran convertido al presbiterianismo es probablemente una de las razones por las que él fue al bosque a orar acerca de a qué iglesia debía unirse. El hecho de que todas las sectas afirmaban tener la verdad con la Biblia como su fundamento, y sin embargo, no estuvieran de acuerdo en tantos asuntos de doctrina, es la razón por la que José buscó el conocimiento de Dios. Sentía que no podía recurrir a la Biblia para una respuesta firme. Su familia era sólidamente cristiana y José compartía la creencia general cristiana en la Biblia y en una trinidad, en la cual Dios, Cristo y el Espíritu Santo eran manifestaciones de la misma esencia.
Joseph fue tomado completamente por sorpresa cuando recibió una visión personal de Dios el Padre y de Jesucristo, en respuesta a su oración. Tampoco estaba preparado para la manera en que la gente le injuriaría por afirmar haber tenido una visión, y especialmente por describir una visita de dos hombres gloriosos, resucitados –Dios el Padre, y Jesucristo– que desmentía el trinitarismo. La persecución comenzó entonces y nunca cesó, hasta que fue martirizado.
En esta visión, Cristo le dijo que no se uniera a ninguna de las iglesias, expresando un especial desagrado por los credos que iban en contra de su naturaleza y causaban que muchos cristianos sinceros tropezaran. Jesús dijo que Él iba a restaurar Su iglesia original, con el poder y la autoridad para actuar en Su nombre, y revelación a través de profetas para guiarla, de la cual José fue el primer profeta. Poco después de esta primera visión, Joseph recibió la visita de un ángel, un hombre resucitado llamado Moroni, el último de los profetas en dirigir un pueblo caído que había vivido una vez en el continente americano. Moroni guió a José hasta donde se hallaba un registro antiguo y le dijo que lo tradujera por medio del poder de Dios. Fue la publicación del Libro de Mormón que dio inicio a la Iglesia restaurada de Jesucristo.
¿Por qué escogió Dios comenzar la Última Dispensación de los Tiempo (antes de la Segunda Venida) de esta manera? ¿No habría bastado utilizar sólo la Biblia? Hay muchas razones por las que el Libro de Mormón era necesario para el restablecimiento del Reino de Dios en la Tierra, y por las que era necesario que «susurrara desde el polvo» en el preludio de los Últimos Días. Y por las que necesitaba salir a la luz antes de que la obra pudiera comenzar.
El Libro de Mormón está lleno de revelación de los antiguos profetas que vivieron en los tiempos del Antiguo Testamento, y estos profetas predijeron claramente la futura venida de Cristo. Ellos entendían la naturaleza de la expiación y que la salvación viene sólo por medio de Cristo. Ellos entendían la naturaleza de la resurrección, que apenas se abordan en el registro bíblico. Ellos profetizaban de la venida de Cristo por su nombre. (Si el registro del Antiguo Testamento alguna vez incluyó el nombre del Salvador, este fue retirado hace mucho tiempo.) El Libro de Mormón es un segundo testigo de Jesucristo. El Salvador visitó a los pueblos del Libro de Mormón después de Su resurrección. El relato de Su visita es maravilloso, incluso más que el relato del Nuevo Testamento. El Libro de Mormón añade su testimonio al de la Biblia que Cristo realmente nació de María, ministró en la Tierra Santa, fue crucificado y resucitado, nos trajo la salvación, y es de hecho, el mismo Hijo de Dios.
Hay un espíritu muy especial que se desprende del Libro de Mormón. José Smith lo llamó «el libro más perfecto». Los mormones leen la Biblia y la estudian profundamente. También leen y estudian la Perla de Gran Precio y la Doctrina y Convenios (una colección de revelación moderna), pero nada se puede comparar con el Libro de Mormón como una fiesta espiritual. Ese espíritu se manifiesta al investigador sincero que es verdad y viene de Dios. Este testimonio está disponible para cualquiera que lo lea – cada vez que él o ella lo lea. El Señor promete la confirmación de la veracidad del Libro de Mormón a cualquiera que lo lea y lo busque a Él en oración para recibir esa confirmación, sin dudar. «Sin dudar» significa que la persona esté dispuesta a seguir la voluntad de Dios a la luz de este nuevo conocimiento – a actuar, no sólo saber.
Si el Libro de Mormón es verdadero, entonces José Smith fue un profeta, y La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días también es verdadera.
Leo el Libro de Mormón como una quinceañera que busca a Dios. Supe que La Iglesia de Jesucristo era verdadera en el segundo en que puse un pie en una capilla mormona y recibí un fuerte testimonio espiritual de este hecho. Pero los misioneros mormones no me bautizarían a menos que leyera el Libro de Mormón y le preguntara a Dios si era verdadero, porque eso me daría una fuerte ancla espiritual que me ayudaría a perseverar hasta el fin en la fe. Me encanta el Libro de Mormón y testifico que es el «libro más perfecto». En él está Cristo.
Penang, Malaysia
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